ELECCIÓN DE PERSONAJES Y PREGÓN DE LAS FIESTAS.
Lectura del pregón de fiestas a cargo de JAVIER FERNÁNDEZ , Bicampeón del Mundo de Patinaje artístico sobre hielo.
Tras el pregón CONCURSO: Elección de personajes castizos La Casta, La Susana, Don Hilarión, El Julian, la Seña Rita y la Maja de Lavapies, que darán comienzo a las fiestas de verano, más castizas madrileñas, San Cayetano (7 de agosto), San Lorenzo (10 de agosto) y la Virgen de la Paloma (15 de agosto) durante las cuales se celebran las verbenas “callejeras” y “plazueleteras”, muy peculiares en cada barrio. Se derrochan farolillos “a la veneciana” y las cadenetas de papel de colores tendidas entre fachada y fachada y entre farol y farol.
Las tabernas, bares y mesones derraman por las aceras, mesas, taburetes y merenderos para los clientes pelmazos de merendolas aceitosas y frasquilla de tintorro, vaso de limoná y cañita de cerveza; en cada rincón queda organizado un baile, ininterrumpido, con notas musicales de todas las culturas y países, entre las que, con suficiente presencia, sobreviven las notas castizas del organillo con manubrio y el pasodoble español.
Ya durante años este acto se celebra en la emblemática PLAZA DE CASCORRO que dedica su nombre a los héroes de la Guerra de Cuba que perdieron su vida en la localidad cubana de Cascorro. Entre las calles de Estudios, Duque de Alba, Juanelo, Embajadores, Ribera de Curtidores, Ruda, Maldonadas y San Millán, el lugar recibía en la Edad Media el nombre de plazuela del Matadero y plazuela del Matadero Viejo por donde se baja al Rastro, porque el Matadero estaba en la esquina de la calle de Embajadores con Ribera de Curtidores y la plaza de Cascorro, de siempre conocida como plaza del Rastro.
Según parece debía su nombre al rastro de sangre que dejaban los animales sacrificados en el citado matadero o al rastro de las huellas que dejaban al ser arrastrados hacia el matadero.
EL HÉROE DE CASCORRO
Según nos cuenta J. Leralta en su libro "Madrid, Cuentos, leyenda y anécdotas", Eloy Gonzalo nació en Madrid el 1 de diciembre de 1869, hijo legítimo de Luisa García, madre soltera de Peñafiel. Se le dejó en la inclusa de Madrid que se encontraba en la calle de Mesón de Paredes. Como el día que fue abandonado era la festividad de San Eloy se le puso este nombre, como era costumbre en aquellos tiempos.
Al poco tiempo fue adoptado por un matrimonio de Avila. En esta ciudad pasó cuatro años, hasta que a su padre adoptivo, guardia civil, fue trasladado a Chapinería. Lamentablemente los padres adoptivos murieron y Eloy se quedó otra vez sólo.
Dice la historia que fue embarcado para participar en la guerra de Cuba cuando sólo contaba diecinueve años de edad. Era en octubre de 1896 uno de los 170 soldados españoles con formando el Regimiento María Cristina al mando del capitán Francisco Neila que se encontraban rodeados por unos tres mil insurrectos, al mando de Máximo Gómez y Calixto García, cercaron la pequeña población de Cascorro, no lejos de Puerto Príncipe. Estos guerrilleros se encontraban en un fortín de madera desde el que vigilaban los movimientos de los soldados españoles. Parece que la única posibilidad era quemar este fortín.
Y aquí nace la leyenda de Eloy Gonzalo que se ofreció voluntario para incendiar el fortín. Llevaba una lata de petróleo y una cuerda atada a la cintura ya que, en caso de morir, quería que le pudiesen volver a traer a las filas españolas.
Eloy consiguió incendiar el fortín y los guerrilleros huyeron, quedando los soldados españoles como vencedores de la batalla.
A los pocos días la noticia del heroismo de Eloy Gonzalo era conocido en España por un artículo publicado en El Imparcial por el periodista Domingo Blanco, en aquel momento corresponsal del periódico en La Habana. Rápidamente Eloy se convirtió en un héroe.
Murió el 18 de junio de 1897 en el hospital militar de Matanzas(Cuba) a causa de la malaria y al año siguiente sus restos fueron trasladados a España para ser enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres. Fue esta una decisión de la reina María Cristina. En espera a que se realizase este traslado, fue enterrado en el cementerio de la Almudena levantándose un mausoleo en su honor.
Poco tiempo después de su muerte, el 5 de junio de 1902, el propio rey Alfonso XIII inauguró el monumento a Eloy Gonzalo y adquiere el nombre popular de Plaza de Cascorro, aceptado posteriormente en 1941.
La estatua de bronce fundido, es obra de Aniceto Marinas y el pedestal es de José López Salaverry y nos muestra a Eloy Gonzalo decidido a incendiar el fortín, con la lata de petróleo y la cuerda atada a la cintura.
Querido Luis. Acabo de descubrir tu blog; francamente interesante, sí señor. Fuertes abrazos,
ResponderEliminarArmando
Gracias Luis por la información.
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