jueves, 13 de junio de 2024

VERBENA DE SAN ANTONIO DE LA FLORIDA

La fiesta de San Antonio de la Florida (denominada popularmente también como verbena de San Antonio de la Florida) es una festividad popular celebrada anualmente cada 13 de junio en honor a San Antonio, siendo el lugar de congregación de la romería el paseo de la Florida hacia la ermita de San Antonio de la Florida. 
Según la tradición popular la fiesta nace con la costumbre de unas modistillas madrileñas del siglo XIX que vertían trece alfileres en agua bendita de la pila bautismal de la ermita, simulando el acto de las arras matrimoniales.
El objeto de esta tradición popular es la de invocar a San Antonio como casamentero (procurador de novios). 
¿Cómo hacer la oración a San Antonio para tener novio?
“San Antonio Bendito que al monte fuiste, el rosario y el silabario perdiste, te encontraste con Jesús, quien te consoló y tres virtudes te dio:
-Que lo olvidado se recordará, 
-Que lo perdido se encontrará y
-Que lo alejado se acercará ..."
Para lograr el máximo de efectividad esta oración debe recitarse 3 veces al dia durante 9 días.
Es tradicionalmente una de las primeras verbenas del año, tal y como rezan unos versos de Antonio Trueba: "La primera verbena que Dios envía es la de San Antonio de la Florida" y  “ Llévame a la verbena de San Antonio, que por ser la primera no quiero faltar”,  que se celebra en los terrenos cercanos a la Ermita de San Antonio, que Francisco de Goya decoró con sus frescos donde está enterrado.


Los inicios de la Verbena Popular
Con la finalización del siglo XIX, y comienzos del XX, los nuevos medios de transporte acortaron los tiempos empleados para recorrer las distancias entre la capital y los tranvías hicieron posible el traslado de los madrileños a las zonas de la verbena. Uno de los más solicitados y populares era el tranvía número ocho, que salía de la Puerta del Sol y finalizaba en el paseo de la Florida, junto a la ermita. La construcción de la estación del Norte y la apertura de la Casa de Campo dieron vitalidad a la zona. La primacía en el calendario verbenero de Madrid fue rota durante los años veinte y cincuenta del siglo XX, debido a la existencia de otra nueva verbena denominada de San Fernando celebrada el 30 de mayo, denominada popularmente de la Princesa.
Durante el primer tercio del siglo XX la verbena no se celebró junto a las ermitas, sino en la otra margen del río, lugar de merenderos y puestos de chocolate. 
Era frecuente que en el periodo de verbena una multitud de campesinos se adentraran a Madrid por la Puerta de San Vicente con la intención de colocar sus puestos de verduras y frutas. La afluencia de personas permitía una mayor venta de sus productos. 

La Verbena
La asistencia posterior a los merenderos de la zona incrementó la estancia de personas en la zona cercana. A finales del siglo XX se realizaba la festividad en la cercana plaza de San Pol de Mar. Algunas de las atracciones se instalan cerca de la casa Mingo (donde se bebe sidra y se come pollo asado). Siendo la fecha de celebración del santo el día 13, sin embargo las celebraciones se prolongan durante casi una semana en torno a esta fecha, siendo habitual que se inicien actividades festivas, generalmente mediante la proclama de un pregón de fiestas.

Costumbres y Celebración
Al ser la primera verbena clásica madrileña que se celebra en el año, convoca a gran parte de los madrileños. La fiesta de San Antonio tiene componentes populares y religiosos. Algunos de los componentes populares, como el ritual de los alfileres se fundamentan en la tradición y pervive con el tiempo con su simbología unida a un santo casamentero. Otras como la tradición de los panes, meramente religiosa, queda aparentemente en un segundo plano dentro de las celebraciones.

El ritual de los alfileres
Es costumbre del siglo XX que las mujeres en edad de contraer matrimonio se acerquen el 13 de junio a la ermita y depositen trece alfileres en la pila bautismal, simulando el acto de las arras matrimoniales.
A finales del siglo XX se hizo popular que se llenara de alfileres la pila bautismal, y al introducir la mano con la palma abierta hasta el fondo de la pila, al sacarla se comprueba el número de alfileres clavados en la palma, siendo tantos como novios asignados para ese año. Desde la tradición en la que las modistillas asistían a primeras horas de la mañana (seis y media a siete de la mañana) a poner una vela a San Antonio, besar su reliquia y echar los trece alfileres en la pila bautismal, ataviadas con mantones, falda larga y claveles ajustados al cabello. 

El "Pan del Santo"

De la costumbre de asistir a la misa para la “bendición de los panecillos”, tras la que se reparten entre los asistentes del día 13 los denominados panes del Santo que se suelen guardar durante un año con el objeto de ser bendecidos con bienes materiales, mediante el ahorro. De allí que estos panes, denominados también panes de los pobres sean bendecidos. La verbena se llenaba en sus días de diferentes vendedores callejeros: aguateros, buñoleros, barquilleros, reposteros, avellaneros, naranjeros, etc. En periodos más cercanos al siglo XXI se incluyeron puestos que ofrecían especialidades típicas de la cocina madrileña.

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